Como profesores de educación
física CLIL creo sinceramente que podemos y debemos trabajar las cuatro
destrezas que identificamos en toda lengua:
- Comprensión
oral
- Expresión
oral
- Comprensión
lectora
- Expresión
escrita
Parece claro que algunos
contenidos de nuestra asignatura nos van a permitir trabajar mejor unas
habilidades lingüísticas que otros y tendremos que ir identificando las
distintas situaciones que nos permitan trabajar estas cuatro destrezas a lo
largo del curso.
COMPRENSIÓN ORAL
Al ser la educación física una asignatura
eminentemente práctica parece lógico que nuestros alumnos reciban un mayor
número de estímulos lingüísticos por vía oral.
Los alumnos no pasan muchas sesiones al año sentados en un aula con un
libro delante o haciendo ejercicios en una libreta por lo que tanto los
contenidos de la asignatura como las
distintas instrucciones se transmiten mayoritariamente por vía oral.
Sería esta por tanto la destreza
en la que más deberían mejorar nuestros alumnos al incrementarse de forma
importante el número de horas semanales a las que estarán expuestos a escuchar
la lengua extranjera.
No debemos olvidar que se hace
necesario adecuar el lenguaje utilizado
al nivel del grupo en el que damos clase y que en un primer momento los
alumnos tendrán problemas de comprensión por desconocer gran parte del
vocabulario específico de la asignatura con el que nunca antes tuvieron
contacto. No sirve de nada plantarse delante de un grupo y hacerles una
exhibición de lo bien que hablamos en otro idioma si no entienden absolutamente
nada de lo que decimos. Somos profesores y nuestro objetivo es que aprendan…
¿Cómo van a aprender si no nos entienden?
Como ya comenté en otras
ocasiones, utilizar abundante material
visual de refuerzo durante las
explicaciones es un aspecto clave para facilitarles la comprensión,
especialmente si la información a transmitir es compleja.
EXPRESIÓN ORAL
Este es el gran caballo de
batalla con el que me he encontrado durante todos estos años.
Parecería lógico que al recibir
tantos estímulos por vía oral el alumno se viese en la necesidad de hablar en
numerosas ocasiones en la lengua extranjera simplemente para interactuar con el
profesor, el auxiliar de conversación o sus compañeros de clase.
Lo que he podido comprobar es que
incluso los alumnos que tienen un buen nivel hablando el idioma extranjero son
reacios a utilizarlo en el aula delante de sus compañeros y, en muchas
ocasiones, esto se debe a la vergüenza de hablar en público o al miedo a la
crítica en caso de equivocación.
Para solucionar este problema lo
primero que intento hacer en mis clases es crear un clima de confianza y seguridad en el que los alumnos se vean
animados a intervenir y en el que los errores gramaticales y de pronunciación
no van a ser “criminalizados” ni por parte del profesor ni por parte de sus
compañeros.
Hay que animar a los alumnos a
hablar y hacerles preguntas con
frecuencia es la forma más sencilla para conseguirlo.
Podemos lanzar preguntas al aire
al grupo clase en los que puede responder cualquier alumno (o incluso todos a
la vez si es una respuesta simple) o preguntas directas a los alumnos que están
realizando una tarea, recibiendo una explicación o simplemente no prestaban
atención.
Es muy importante en todos los
casos premiar de alguna forma las
intervenciones en la lengua extranjera y darles las gracias por las
preguntas mostrando una sonrisa o decirles que la pregunta es excelente son ya una
forma sencilla de premiarlos.
Creo sinceramente que además
debemos evitar interrumpirlos cuando
están hablando porque cometieron algún tipo de error y, por supuesto, no dejar bajo ningún concepto que los otros
alumnos se rían o se mofen de una intervención.
No se trata de no corregir los
errores sino de no interrumpir una intervención cada pocos segundos porque
acabarán desanimados. Seguro que hay otro momento durante la clase donde puedas
comentar con el alumno un error gramatical que cometa con frecuencia o la
pronunciación correcta de una palabra, cada profesor encontrará la mejor forma
de hacerlo según su metodología o estilo de enseñanza.
Si conseguimos crear un clima de confianza
y de respeto dentro del grupo las intervenciones orales en lengua extrajera
irán en aumento progresivamente.
Además de las pequeñas
intervenciones que se pueden dar durante una clase intento buscar a lo largo
del curso situaciones en las que un alumno o grupo de alumnos tengan que
intervenir durante un tiempo más o menos prolongado utilizando el idioma
extranjero. Como ejemplos podría poner las intervenciones que tienen que hacer
todos los alumnos dirigiendo de uno en uno a lo largo del año el calentamiento o las exposiciones orales
en grupo que realizan a final de curso relacionadas con las actividades
deportivas en el medio natural.
COMPRENSIÓN LECTORA
Para colaborar en el trabajo de
esta destreza intento acompañar mis explicaciones con algún tipo de esquema
escrito de forma que los alumnos puedan ver en la pizarra las palabras clave que estoy utilizando (afortunadamente
dispongo de pizarra en el gimnasio). En otras sesiones prefiero colocar
carteles con las palabras clave a lo largo del gimnasio para que los alumnos
puedan verlos fácilmente durante la clase.
Estas simples medidas facilitan también
su comprensión oral porque muchas veces el alumno, a pesar de que conoce la
palabra escrita, no es capaz de entender el discurso ya que no sabe cómo se
pronuncia correctamente. En las presentaciones en PowerPoint utilizo la misma
estrategia prestando atención en no abusar del texto escrito.
Hemos de recordar que, al menos
en los centros plurilingües, nuestros alumnos deben ser capaces de leer y comprender las preguntas de un examen
teórico redactadas en lengua
extranjera (aunque es posible que no proceda en alguno de los trimestres) por
lo que trabajar este aspecto es fundamental.
El utilizar cuadernos de ejercicios en el idioma que estamos impartiendo clase diseñados
para trabajar los contenidos teóricos de educación física me da unos excelentes
resultados. Los alumnos se familiarizan con la lectura en otro idioma de los
contenidos de la asignatura y al irse presentando de forma progresiva y muy
gráfica el vocabulario específico facilita enormemente la posterior comprensión
de las preguntas del examen.
EXPRESIÓN ESCRITA
Como es evidente, todos los
ejercicios o preguntas de exámenes redactados en lengua extranjera deberían responderse
en esa misma lengua por lo que trabajar la expresión escrita también es de
vital importancia.
Creo importante que los primeros
ejercicios o exámenes a los que se enfrentan los alumnos, tanto de seccione
bilingües como de centros plurilingües, sean muy gráficos de forma que los
alumnos no tengan que redactar textos muy largos.
Responder con una palabra o con una frase corta puede ser suficiente en
muchos ejercicios. Se trata de no desanimar al alumnado y de que no
afronten con recelo los exámenes teóricos que no están redactados en su lengua
materna.
La complejidad en cuanto a la
exigencia en la expresión escrita debería ir aumentando progresivamente en los
ejercicios y en los exámenes de forma que a medida que pasen los cursos puedan
ir respondiendo con frases más complejas, párrafos o textos más largos.
Estoy totalmente convencido de
que tras el paso de un alumno por una sección bilingüe o un centro plurilingüe
se tiene que producir un aumento
significativo de su competencia en estas cuatro destrezas lingüísticas. Para
ello, es muy importante ir evaluando sus progresos y en el caso de no alcanzar
los objetivos en alguna de las habilidades hacer un estudio de las causas y modificar
algún aspecto metodológico que refuerce ese apartado.
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