domingo, 21 de junio de 2015

La enseñanza, ¿arte o ciencia?




Enseñar no es una ciencia, es un arte, a pesar de que muchos se empecinen en buscarle esa categoría ya que actualmente ser ciencia parece que otorgue mayor prestigio a cualquier disciplina. 

En la enseñanza se trabaja con personas y la infinita variedad de las características individuales del ser humano hace imposible sistematizar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Ni siquiera un mismo individuo responde igual hoy que mañana. 

¿Dónde está el arte en enseñar? 

Pues precisamente en conseguir transmitir conocimiento a un grupo de personas tremendamente heterogéneo y cambiante, en identificar las distintas características y situaciones y reinventarte con cada alumno hasta alcanzar tu objetivo. 

Como en otras artes, todos podemos adquirir unos conocimientos y habilidades que nos permitan desenvolvernos con mayor o menor soltura enseñando, pero el gran artista nace. Si no lo sientes, si no lo vives, si lo haces solo por dinero, nunca podrás alcanzar la maestría en el arte.

Conseguir que un discurso cale en las mentes de unos jóvenes que tienen unas inquietudes y necesidades tan dispares, es arte.

Lograr que un aula llena de quinceañeros se calle, sin utilizar amenazas, sin tan siquiera alzar la voz, es arte.

Conseguir que un alumno problemático salude al entrar, pida las cosas por favor y dé las gracias, es arte.

Y centrándome en la temática de este blog, conseguir impartir tus clases en una lengua extranjera de forma que todos tus alumnos aprendan los contenidos específicos de tu asignatura además de mejorar sus habilidades en otro idioma... ES ARTE.


Comparte el artículo en las redes sociales: